"La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero quizá sea
igualmente vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente" M. Bloch

lunes, 14 de septiembre de 2009

Una idea interesante, de Nietzsche

Nada, una curiosidad que aparece en la primera conferencia de Friedrich Nietzsche, el filósofo alemán, recogida en su obra 'Sobre el porvenir de nuestras escuelas'. La obra en sí se compone de una serie de conferencias en las que el filósofo, a través de una conversación entre un filósofo y su pupilo, a la que después se unen unos jóvenes estudiantes, nos da su opinión sobre las medidas que la educación alemana debería adoptar para no caer en la inutilidad, para no provocar a corto plazo la decadencia del pueblo germano.

La curiosidad en sí me dio una idea, o mejor dicho, me pareció buena idea. Creo que sería interesante que los estudiantes que lean este blog se planteasen la posibilidad de llevar a término el proyecto de los estudiantes del relato:

Se trata de un grupo de amigos, que estudian distintas ramas del saber, como podría pasar en nuestra propia pandilla: un compañero aspirante a arquitecto, otro a historiador, otro que quiere ser filósofo, un futuro poeta, un estudiante de derecho....En realidad ésto es circunstancial, y si lo hacéis con un grupo de amigos que estudian lo que vosotros, perfecto.
Pues bien, este variopinto -o no- gurpo de amigos se plantea formar una sociedad, quedar una vez al mes, llevando cada uno un trabajo sobre su rama (un artículo, un poema, el croquis de un complejo urbanístico, vete a saber...) y, leyéndolos en grupo, terminar criticando, constructivamente y desde la confianza que les da la amistad, los trabajos de los compañeros.
Ésto acostumbra a los estudiantes a trabajar periódicamente (con lo que adquieren práctica), sabiendo que su trabajo va a ser objeto de crítica (con lo que vuelcan todo su interés), aprendiendo de sus errores (lo que ayuda a no estancarse y seguir mejorando) y enorgulleciéndose de sus trabajos más admirados (lo que les llena de confianza en sí mismos, en sus capacidades).

Me pareció buena idea. Si realizamos un trabajo, podemos quedar muy contentos con el resultado, pero no sabemos la opinión de los demás, no sabemos, desde fuera, cómo se ven nuestras creaciones. Lo que a nosotros nos parece un artículo perfecto, puede errar en varios puntos según la opinión de uno o varios compañeros, y sólo sabiéndolo podemos mejorar.

No sé qué os habrá parecido la idea. A los estudiantes del relato no les fue mal. Yo, personalmente, lo veo interesante, y no tardaré en planteárselo a algunos compañeros/as de carrera. ¿Su reacción? Ya lo veremos.... Tal vez me recomienden medicación.

Un saludo

6 comentarios:

  1. Te recomendarán la medicación. Aunque no porque tu idea esté mal. Es más que interesante. Pero hoy por hoy, irrealizable.

    Una lástima, pero así es.

    PD: Yo estaría encantado de formar parte de ese grupo, si te sirve de consuelo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Je, je, je. Ya...
    Hoy en día quedaría muy raro...lo que deberíamos preguntarnos es: ¿y por qué?
    Puede que para muchos exija un trabajo extra -y no exigido por los profesores- que no estan dispuestos a realizar tan gratuitamnete; o puede que se necesite una iniciativa difícil de encontrar entre los estudiantes de hoy; o tal vez se trate de vocación...
    Y si nos encontramos ante fallos como estos, deberíamos preguntarnos, como hacía Nietzche, qué deberíamos cambiar en nuestras escuelas, en qué aspectos deberían mejorar nuestros estudios previos a la universidad.

    Un saludo,amigo

    ResponderEliminar
  3. Quizás si se plantea como trabajo haya más rechazo en principio, pero como tertulia aderezada con una cerveza, vino, café, copa o refresco (mejor lo segundo) sería, como antaño era, una agradable manera de reunirse con los amigos y cambiar impresiones. Habreís oido hablar del famoso Café Gijón entre otros.
    Quien va a cambiar el mundo si la juventud no se pone las pilas

    ResponderEliminar
  4. El Café Gijón, desgraciadamente, ya no es lo que era. Sin embargo fue algo muy bonito.

    En Gijón, donde yo vivo, aún queda algún resto de estas tertulias. Poca cosa por desgracia.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Sí.
    Al menos si en todas las ciudades tuviésemos unos pocos de esos cafes de reunión y tertulia...
    Conversaciones interesantes se pueden crear en cualquier sitio, pero ya no se encuentran facilmente lugares como aquel. Yo en Valencia no conozco ninguno, lo que no significa necesariamente que no exista. Lo más parecido es la caferetía de la facultad, y está muy lejos de aquello. En fin...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Pero ahora recuerdo, en la visita a la Valencia Republicana que organizó el profesor de contemporánea, que hablaron del café Ideal Room, sito en la esquina entre la calle La Paz y Comedias.
    Info aquí: http://www.flickr.com/photos/tony-/3766293166/
    Por desgracia, hoy ya no hay café, sino tienda de lencería

    ResponderEliminar