"La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero quizá sea
igualmente vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente" M. Bloch

sábado, 21 de mayo de 2011

Tiempos de cambio

Me hallo inmerso en plena época de exámenes y jaleos varios, y tengo el Café más abandonado de lo que desearía. Con todo lo que está pasando...

Tenemos las recientes y aun activas revueltas del mundo árabe, alguna que otra catástrofe natural, algún que otro escándalo (cierto exdirector del FMI que recibe un pastón por lo que debería ser sencilla y únicamente punible)... En estos días, los distintos movimientos antisistema (¿o altersistema? Contra lo negativo del actual sistema. La historia no variaría, la humanidad no evolucionaría, de no ser por los cambios que propician aquellos que en algún momento se oponen al sistema imperante: al régimen de privilegio por la sangre, a la esclavitud, al totalitarismo... a todo aquello que debe ser superado) en distintos puntos de la vieja Europa y, ahora para mi orgullo -y el de tantos otros-, en nuestro propio Estado. La llaman la Spanish Revolution.

Cuántas veces nos habremos quejado por esa especie de 'espíritu vegetativo', 'conformista', 'comodón' y 'falto de hemoglobina' de los penisulares... "Los franceses sí que saben salir a la calle", "mira los griegos", "¿viste lo que pasó en Islandia?". Y ahora... ¡sorpresa! Una convocatoria que nos llega a través de nuestros conocidos, por facebook o twitter, a la que va añadiéndose gente -hi assistiré-, que te despierta más curiosidad que verdadera esperanza. Miles de personas reunidas en distintas ciudades. "Fue bello. Deberíamos hacerlo más a menudo..."
.... Pero, ¿qué? Concentraciones día tras día en los distintos ayuntamientos, primera plana en numerosos periódicos, luego en diarios extranjeros, movimientos de apoyo en otras ciudades europeas, las inevitables críticas de "graciosos" ignorantes, y las constructivas. ¿Qué está pasando? ¿Es nuestra primavera? ¿De verdad está surgiendo esta ola de demandas de cambio, desde abajo? Pellizquémonos bien fuerte... porque algo está pasando.

Me parece que es un acontecimiento realmente bello. Saldrá o no saldrá, pero al menos seremos conscientes de haberlo intentado. No podrán decir: "fuisteis la primera generación desde las guerras mundiales a la que esperaba un futuro peor que el de sus padres y ni siquiera levantasteis el culo del sofá". ¡Pues lo levantamos y lo llevamos hasta la calle! ¡Lo meneamos en público, y en conjuntos de miles! Luchamos por nuestro futuro, de la manera más pacífica posible. ¿Se nos debe reprender por ello? Resulta que los ciudadanos no estaban tan idiotizados, que la generación ni ni no era ni absoluta, ni hegemónica. Que aun existe una opinión crítica capaz de movilizar población, que las llamadas son escuchadas, que tal vez no tengamos que arrepentirnos en esta generación -siguiendo las palabras de M. L. King- "del pasmoso silencio de la gente buena".
El no ya lo tenemos. ¿Qué podemos perder por intentarlo?

Pensé
en que nada podría hacer.
Lo pensé,
mas no lo vi.
-

A la vista son los hechos
y el resto nada es.
Mas, para ver,
antes hay que hacer.
-

Haz pues, amigo,
antes de que el ideal se apague.
Antes de que llegue el olvido
y se lleve tu alma consigo.

http://qkantton.files.wordpress.com/

Me ha quedado muy carpe diem, pero es lo que hay. Aprovechemos los de "alma joven" -sea cual sea la edad del cuerpo- para dejar nuestra huella en la historia. Ya que, como diría Raimon: en som molts més dels que ells volen i diuen.

¡Nos vemos en la próxima entrada!
Saludos

9 comentarios:

  1. Renace la esperanza en lo mejor del ser humano.
    Hoy nuestras calles son una muestra de dignidad frente a un autoritarismo incorpóreo de los llamados mercados. Efectivamente es un movimiento juvenil, con independencia de edades de los participantes. Es de juventud en el sentido más auténtico: creatividad, libertad, solidaridad... Frente a tanto reality, a tanto político encorbatado y tanto ingeniero financiero, ésta es una realidad gozosa, humana y que nos hace valorar como pocas veces a nuestro país, por tener gente así

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  2. Gracias por vuestros comentarios.

    Dejo aquí un análisis que me ha parecido muy bueno: http://politicaenlacornisa.blogspot.com/2011/05/movimiento-15-m-que-es-como-funciona-y.html

    Saludos

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  3. Me parece muy interesante ese link. Sitúa adecuadamente las cosas. Transcribo a continuación parte de un correo que le remitír recientemente a un amigo con respecto a todo esto.
    No creo que tenga nada que ver esto con mayo del 68. Yo no viví aquéllo pero tengo la idea de que se trató de algo esencialmente ideológico - político. Eso de la imaginación al poder y demás, con Sartre como sacerdote. Ya vimos en que quedó aquello. He sufrido la ineptitud e inmoralidad de quienes corrieron algún día delante de los grises, niños de papá entonces que jugaron a su revolucioncita con la espalda cubierta para ocupar enseguida cuanto puesto político había.
    Ahora se trata más bien de hambre... de oportunidades, de viviendas, de trabajos, de expresión, e incluso de hambre física paliada por caridades diversas. No se les puede pedir a los hambrientos que encima den ideas. La culpa que pesa sobre quienes han ejercido la política durante tantos años es enorme. La culpa que tiene la universidad acomodaticia y silenciosa, potenciadora de la mediocridad, es también enorme. Los ingenieros financieros fueron mostrados en su día como el gran modelo del triunfador. Quienes hablan hoy, los únicos que realmente pueden, son los Botines, los Ortegas y todos esos.
    ¿Es que nuestros políticos quieren ideas? ¿Cuántos asesores tienen? La cuestión, aunque sea compleja de llevar a la práctica, es a la vez simple: escoger el bien público por parte de quien tiene el poder para hacerlo. Es un problema ético que han descartado en aras de criterios puramente economicistas: un discurso repleto de términos como competitividad, eficiencia, gestión, calidad. La dichosa calidad con sus agencias evaluadoras...
    ¿Qué van a hacer esos chavales y no tan chavales ahora, después de la euforia inicial de ver que hay mucha gente cabreada, de ver que pueden organizarse? Pues eso... seguir organizándose, pensando y decidiendo lo que tengan que decidir y que nadie les va a decir desde un despacho o una casa cómodos. Tienen que decidir ahí donde están, tirados en la calle viendo pasar a banqueros encorbatados y oyendo a políticos estúpidos. Si salen de la calle sin resolver la cuestión, se acabó todo. Es en la calle, bajo la lluvia o el sol, en donde deben resolver su vida futura.
    Han dado el primer paso ético esencial: decir que no son cosa, que no son mercancía. A partir de ahí, son ellos los únicos que pueden decidir sobre su propio futuro que es también el de todo el país.
    Que tiren los libros de advenedizos. Que dejen morirse a los viejos, que los muertos entierren a sus muertos. Que piensen por sí mismos y escriban sus ideas en sus manifiestos, sus blogs, revistas, libros, nueva prensa, que griten en el Congreso y en el Senado todos los días, aunque sea fuera; que vayan a la Zarzuela aunque no les dejen pasar, a la televisión, que apaguen con sus gritos la telemierda, que vayan a los ayuntamientos, a las diputaciones, a las casas de los poderosos, al Banco de España, a casa de Botín, que reclamen las deudas del fútbol... Que acosen a todos los cabrones que han arruinado el país, que reclamen su pan, que lo cojan directamente si es preciso. Después, cuando hayan podido trabajar como hombres libres para comer su comida en su casa... ya escribirán sus propios libros y ya reflexionaremos todos sobre lo que pasó.

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  4. Gracias por tu aporte, Javier.

    No sé si estarán dipuestos a hacer una revolución tan completa, tan... revolucionaria.
    Es importante el apoyo del resto de la sociedad. Si los ven como una panda de vagos que se entretienen montando el circo, no contarán con suficiente apoyo y todo el movimiento acabará diluido. Si por el contrario saben llegar a todas las capas que lo están pasando mal, transmitir sus protestas y propuestas, que la mayoría compartirían (al menos las ideas básicas, contra la corrupción, contra la impunidad, contra la desigualdad) ya podríamos estar presenciando algo muy distinto.

    Sea como sea, al menos habremos sentado un precedente. Ya no se podrá pensar que los ciudadanos y ciudadanas de este Estado español están totalmente hipnotizados, son completamente apáticos. Ya sabrán que son capaces de pensar y salir a la calle. No se las verán tan fáciles para, digamos, "vender la cabra" o aplicar ciertas políticas restrictivas del Estado de Bienestar. Aunque ahora fracase, los ciudadanos podrán, en un futuro, mirar al pasado y, con este ejemplo, volver a intentarlo.

    Saludos

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  5. Efectivamente. No importa tanto que se equivoquen cuanto que lo intenten. Que den muestras de que están ahí. De que viven y que quieren una vida digna.
    Tal vez bastara con que, viendo esa rebeldía pacífica, quienes tienen tanto poder de decisión, no sólo político, también económico o intelectual, respetaran a la gente. Con que cada responsable de algo asumiera éticamente su responsabilidad quizá fuera suficiente. Como bien dices, que no vendan cabras, que se den cuenta de que lo que importa es la dignidad de la gente.
    Han dado una magnífica lección de ciudadanía, de dignidad. Eso es ya revolucionario. Mi comentario anterior fue un tanto exagerado, pero partiendo de un postulado que mantengo: son ellos, los que lo pasan mal quienes deben elegir lo que hacen; no los que vemos los toros desde la barrera. En cualquier caso, en mayor o menor grado sí que nos podemos implicar aunquue sea con una mera expresión de ánimo.
    Un afectuoso saludo,

    Javier

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  6. Ya acabó ocurriendo lo que tenía que ocurrir... que tanta gente se junte acaba resultando contrario a la "salubridad"

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  7. A la salubridad democrática del Estado y a su modo de emplear las fuerzas de seguridad, será.

    Las excusas de que lo hacen por limpiar, o por proteger a los indignados de los hinchas del Barça ("mejor ya os pegamos nosotros primero") tienen gracia.
    Habría quedado bien que los indignados se violentasen contra las fuerzas de seguridad, que aquello se convirtiese en una violenta batalla campal, con la que deslegitimar las propuestas del movimiento 15-M. Pero no pasó, siguieron con su resistencia pacífica y aquello pareció más un apalizamiento propinado por hombres con armadura, porras, escudos y rifles lanzapelotas a ciudadanos de a pie ( http://www.flickr.com/photos/acampadabcnfoto/5764687889/in/photostream/lightbox/ ).

    En fin, mucho material incautado (muchas bases de datos también...) pero han dado fuerza al movimiento. Si él solo poco a poco podía ir perdiendo fuelle, este vendaval de porrazos no ha hecho más que avivar la llama un poco más.

    Saludos

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  8. Sí. Si pretendían deshacer la queja, no han podido ser más burros.
    Como dices, la mera resistencia pacífica es el mejor catalizador para la amplificación de la protesta. Una protesta justa por la dignidad.

    Saludos,

    Javier

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  9. Os dejo dos enlaces (copiar y pegar la dirección):

    - Fábula política del canadiense Tommy Douglas: http://www.youtube.com/watch?v=UtTW72F8xo0&feature=youtube_gdata_player

    - Entrevista a S. Hessel, autor de "Indignez-vous!", por El País: http://www.elpais.com/articulo/portada/indignacion/debe/ir/seguida/compromiso/elpepusoceps/20110529elpepspor_8/Tes

    Saludos

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