"La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero quizá sea
igualmente vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente" M. Bloch

sábado, 1 de octubre de 2011

Reflexionando con Baroja

Lo que hace a la sociedad malvada es el egoismo del hombre, y el egoismo es un hecho natural, es una necesidad de la vida. ¿Es que supones que el hombre de hoy es menos egoísta y cruel que el de ayer? Pues te engañas. ¡Si nos dejaran!
(...)
Para llegar a dar a los hombres una regla común, una disciplina, una organización, se necesita una fe, una ilusión, algo que aunque sea una mentira salida de nosotros mismos parezca una verdad llegada de fuera.
(...)
A una colectividad no se le moverá jamás diciéndole: Puede haber una forma social mejor. Es como si a una mujer se le dijera: Si nos unimos, quizá vivamos de una manera soportable. No, a la mujer y a la colectividad hay que prometerles el paraíso(...) En todas partes y en todas épocas los conductores de hombres son prometedores de paraísos.

Palabras del personaje Iturrioz, en "El árbol de la ciencia", de Pío Baroja, 1911.

http://www.smbarcelo.es
Saludos

3 comentarios:

  1. Tristemente genial...

    Hay libros que debe leer todo el mundo, y este es uno de ellos.

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  2. Recuerdo que leí este libro por primera vez en primero de bachillerato, para una asignatura de literatura española dictada por un profesor bastante heterodoxo. Me encantó, y me sentí profundamente identificada con ideas como éstas. Probablemente, en aquel entonces yo estaba desencantada y furiosa con el mundo y con la humanidad, tal y como lo estaba el tío Iturrioz y como lo acaba estando Andrés. Hoy en día, curiosamente, las cosas son casi opuestas ^^

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  3. "Me llena de orgullo y satisfacción..." recibir un mensaje tuyo ;) ¡Qué bueno!

    En fin, tuviste al menos la suerte de que te mandasen una lectura así durante el bachillerato; yo leí otras cosas. También me sentí identificado con Andrés en bastantes aspectos, y eso que no soy un misántropo empedernido; pero tengo mis momentos.

    Por cierto, ya terminé tu libro. Sorprendente el reencuentro de las dos hermanas... y no digo más, al menos por aquí.

    Un beso

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