Nuestra inclinación a mostrar este respeto y nuestra repugnancia por la humillación de alguien son poderosos frenos a la barbarie. El debilitamiento de este freno puede haber contribuído a la masacre de Amritsar. En 1919, en India, las tropas al mando del general Dyer dispararon durante diez minutos sobre una reunión pacífica de indios. Hubo entre quinientos y mil muertos y una cantidad similar de heridos. ¿Cómo pudo el general Dyer ordenar esa atrocidad?
Masacre de Amritsar (amritsar.com) |
Quizá la explicación tenga estrecha relación con la manera en que las autoridades británicas de ciertas regiones de India humillaron a los indios. Si se les acercaba un europeo, los indios tenían que salaam: cerrar su paraguas, bajarlos y descender a la calzada. Al indio que no lo hacía se le obligaba a besar las botas del funcionario al que había ignorado. Por la misma falta, a otros se les hacía tenderse, frotarse la nariz en el polvo y arrastrarse.
Ciertos oficiales británicos inventaron "castigos divertidos" para los indios. El capitán Doveton ordenó flagelar delante de las prostitutas a un grupo de hombres que visitaba un burdel durante un toque de queda, y ese mismo capitán castigaba otras transgresiones haciendo que los inculpados realizaran cabriolas y tocaran el suelo con la frente. Algunos indios dijeron que, como castigo, un oficial les había hecho enjalbegar (blanquear paredes con cal o yeso). El propio general Dyer había mandado levantar un triángulo para azotar allí públicamente a los transgresores. También instauró la "orden de reptar": todos los indios que fueran por un determinado callejón tenían que arrastrarse sobre el estómago. Si levantaban las piernas o los brazos, los soldados los azuzaban con los fusiles*. Ordenar la masacre habría sido mucho más difícil de no haber sido previamente violada la dignidad que protegía a los indios.
*Alfred Draper, The Amritsar Massacre: Twilight of the Raj, Londres, 1985, caps. 5 y 6.
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Podríamos pensar en muchos más ejemplos históricos. La conclusión aparece sencilla:
Si un ejército ocupante inculca en sus tropas el desprecio por los nativos del país, estará allanando el camino hacia la comisión de crímenes atrozes.
Saludos
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